Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

La poesía...

La poesía no está cuando yo escribo sino cuando tu lees. Sin tí que ahora repasas mis palabras, sin tí que ahora me escuchas, todo se queda en letras, voces, ecos, apariencia, trabajo o poco más, y, para que engañarse, ya lo sabes: resulta casi nada.

Ahora que de algún modo ha llegado a tus manos lo que pensé algún día, se produce -ojalá- el milagro cierto. Ahora, nunca antes.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario