Espero que seas feliz en los parques que nunca nos vieron juntos, espero que seas feliz celebrando los aniversarios en la ciudad de tus sueños, espero que se apiaden de ti las noches en las que, por azar de las circunstancias, recuerdes que hubo alguien que intentó enamorarte con palabras porque eso era lo único bueno que podía ofrecerte. Pero, sobre todo y, llegado el momento, espero que me olvides y nunca más confundas mi nombre con angustia, nunca más te culpes ni te odies, que para entonces también habré aprendido a no esperarte y a descansar en la ignorancia, que tan feliz dicen que puede hacernos.
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