No sabemos cuánto tiempo tenemos de vida,
así que podría morir hoy, mañana, pasado,
pronto, o en muchos años más.
Si muero hoy no me arrepiento de nada porque
viví como yo creí, como pude con las
herramientas que tuve en mi camino, porque
todo al final me dio una lección.
Si muero hoy no me faltó nada por vivir, porque
así fue mi historia, fue lo qué tal vez estaba
destinado para mi y no puedo hacer más que
aceptar mi destino.
Si muero hoy me gusta pensar que Dios se lleva
temprano a las almas que querían tanto el bien,
que las tuvo que retirar antes de que su alma se
pudiera ensuciar.
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