Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

MUCHO MÁS QUE UN TE AMO

Se conocían tanto que uno supondría que las sorpresas ya no existen, pero siempre que había un beso los recuerdos regresaban. Revivían juntos 

la historia que ambos caminaron hasta donde se encuentran el día de hoy y lo mas importante era que seguían compartiendo ese sentimiento. Cuando sus manos se encontraban era sentir todas esas marcas de roces que hubo entre ambos, los momentos difíciles en los que se tomaban con fuerza o aquellos en los que se conmovían y solo querían pasar ese sentimiento a través de su tacto al otro. Cuando se abrazaban cabían el uno con el otro como piezas de rompecabezas, recibiendo con tan solo acercarse el aroma que habían generado a través de los años y tomando aquel cariño incondicional que nunca les faltaría. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario