Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

PLACER DE CÓMPLICES

Sentir contigo, sentir a través de ti, me ha dejado claro que los poetas se equivocaron al hablar del placer. Nuestro placer comienza en tu roce y termina con una sonrisa de cómplices que conocen la historia que nunca se contará. Pensar que dejarse sentir por ti, permitirme ser tuyo sin restricciones y dejarte que me llevaras a lo que te hace exclamar con tanto furor, es aquí donde siento que perdieron el hilo los poetas. No es mi placer, no es tuyo, sino nuestro y solo este es el que nos permite experimentar la magia que le hacia falta a este mundo tan gris.

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