Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

HOY NO CAMINO

Hoy no camino, no existo, no respiro, no ando. Cómo definir lo que hoy no reconozco, aquella familiar melancolía que se asoma en el espejo y petrifica el espacio. Morirán las ilusiones que alguna vez tuve en campos de sueños y añoranzas. Nacerán nuevas semillas de esta tierra árida y desquebrajada. Se bañarán nuevamente con las lágrimas que la poesía guardó una vez. 

Rocío de mis otoños e inviernos, de esta ausencia de luz que da vida a las letras que otra vez me salvan de este hogar lleno de monstruos que conversan conmigo. Sigo tejiendo los trajes fúnebres que lucirán tus recuerdos en estos entrañables versos. Estoy inaugurando el sótano de memorias que visitaré los domingos cuando nuestros cuerpos ya no ardan juntos en aquel frenesí de sentimientos que nos hacía llegar al nirvana. 

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