Dicen que ya nadie se enamora. Que el último romántico ha muerto y que las flores ya no saben de floreros.
Dicen que los besos a ojos cerrados pasaron de moda, que las cartas o escritos de corazón y a puño son muy lentas, que agarrarse de la mano es cosa de viejos.
Dicen que abrirle la puerta a una señorita, ¿para qué?, si hay igualdad de derechos.
Dicen que hay que pretender que uno no sienta, que si te llaman bien, y si no, también, y si te he amado no lo recuerdo... ¿cómo te llamabas, que no me acuerdo?
Dicen que para todo hay que hacer una cita, consultar el calendario, la fecha, el horario, dos cafés sin azúcar y pagamos a medias.
Dicen que no hay diferencia entre el amor y el sexo, y que eso de querer con el alma es puro cuento.
Dicen que no aman porque les da miedo el amor, y aunque tengan razón, nunca voy a estar de acuerdo. Porque digan lo que digan, aquí estoy yo, escribiéndole al amor. Queriendo, abrazando, besando, sufriendo, muriendo y resucitando... solo para amar de nuevo.
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