Yo no te olvido, habitas en un lugar donde nadie puede tocarte, donde nadie sabe que existes, donde nadie puede herirte, ni yo con mi olvido, ni tú con tu ausencia.
Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.
EL AMOR EN LAS DESPEDIDAS
Me gusta creer que hay mucho amor en las despedidas, que a pesar de todo uno tiene que aprender a decir adiós siempre deseando lo mejor, agradeciendo por el tiempo que pudiste compartir y cerrar la puerta con todo el cariño con el que puedas hacerlo. Y no hablo sólo de los corazones rotos, hablo también de las personas que sin querer se nos adelantan, de cómo con amor, tiempo y de a poquito hay que ir descubriendo que la vida sigue, y que vale la pena también lo que viene. Yo creo que hay que ponerle toda el alma y todo el amor a las despedidas, para que todo el amor que mandemos, un día también venga de regreso.
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