Dejaría el abismo de mis noches vacías, solo para que tus manos se posen sobre mi alma rota. En tu sombra hallaría lo que la luz me negó: un refugio que no pregunte, que solo acepte. Seríamos tú y yo, entre las grietas de un verso incompleto ,construyendo de nuevo el amor, palabra por palabra, llanto por llanto.
Dejaría mi respiración suspendida, solo para que tus labios la llenen de poesía. No hay razón, ni tiempo, ni espacio donde tu nombre no se dibuje, en cada verso que caiga de mis manos, serás la ausencia que no me pesa, y tu murmuro, la promesa que da vida a lo que muere.
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