Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

CUANDO LLEGUE EL DÍA

Cuando llegue el día…
búscame en el borde tibio
donde tus sueños se apagan
pero mi presencia aún respira.

O encuéntrame en la realidad 
de una canción,
esa que te abraza sin tocarte,
que te nombra sin decir mi nombre
y que te lleva a mí
aunque estés despierta.

Porque entre tus sueños
y tus melodías,
yo siempre estoy
en el mismo lugar:
donde tu alma me piensa
sin querer pensarme…

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