Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Coincidir

Qué placer da a veces 
el simple hecho 
de coincidir.

Ni más ni menos, 
sin importar que pase.
Simplemente estar ahí. 

Mismo lugar, 
mismo tiempo, 
mirándonos fijamente.

Qué bonito es coincidir. 
Contigo, 
siempre.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario