Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Lo siento

Estuve amando para olvidarte, envuelto en sábanas que tenían tu nombre. Cada vez que besaba, imaginaba tu rostro, pero... se deformó con el tiempo la máscara de ti.

Lo siento, te culpé sin saberlo, te culpé sin saberme tan culpable como tú, por convertirnos en extraños con una relación en común.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario