No soy de este cuento pero yo también me enamoré de Io imposible. Para nosotros no hay final felíz. La mujer que amo llora todas las noches en su cuarto, esperando que llegue su príncipe azul y a mi me busca sólo para que le dé fuego. Entiendo tu dolor y espero que Caperucita acepte tomar un café contigo pero de lo contrario, recuerda que amar no es capturar a la presa, sino cuidarla e incluso, a veces, desaparecer para que ella siga su camino.
Tu amigo,
El Dragón de la torre.
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