Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Bajo la lluvia vuelves

Mientras llueve
afuera
y tus manos
con tus besos
me recorren
gota a gota
en la penumbra
en el lugar secreto
en la distancia
cada vez más tenue
donde tu mirada
toca la mía
y se desvanece
obscura
al abrigo lento
y húmedo
de nuestros brazos
tu voz anhelante
profunda
como tus besos
me canta dentro
caricias
como la lluvia
de mil dedos
toca todo
afuera
y nos envuelve.

Allá llueve a mares,
aquí llovemos
sudor, saliva, lubricantes,
mares sobre la arena
de la piel
que absorbe
la alta marea
de estos sueños
reales, húmedos, secretos.

En la penumbra,
bajo la lluvia,
como un relámpago
por dentro
me iluminas,
me trastornas.

Incendias el bosque
oculto y sus sombras.

Bajo la lluvia
afuera,
en la penumbra
dentro,
siempre regresas. 

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