Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Estás aquí

Ojalá seas feliz. 
No sólo porque lo necesitas, 
lo mereces. 
Y ojalá algún día quieras 
pisar otras tierras, y quieras volar... 
llegar lejos y no mirar atrás. 
Que despiertes con ganas 
de no quedarte en el mismo lugar. 
Y quieras mirar qué hay más allá 
del horizonte, que la curiosidad 
te gane, que te vayas, 
porque después de todo, 
te tienes a ti, a nadie más, 
porque podrán decirte, “Aquí estoy”, 
pero no siempre es así, 
y en cada paso que des, 
sueltes el rencor todavía sientes, 
y que en el camino, encuentres 
lo que se quedará a tu lado, 
porque no sólo se trata de quien se queda, 
sino de quien será capaz de irse contigo, 
pero primero sé feliz por ti, 
porque lo mereces, 
porque para eso estás aquí.

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