Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Yo sí volví

Pero yo sí volvi a tu sitio, a ese que sentítan mío desde la primera vez que que pise, que caminé, que suspiré. Soy demasiado necio, inquieto, y tonto... Pero no pasó más que ver en solo las plazoletas, las hojas en la carretera yla vida pasando tranquila… algunos sonreian, otros dormían, otros viajaban entre caricias terciopelos y yo con mi atuendo ciego, con mis zapatos viejos y con el recuerdo vivo del ayer que era historia, seguía por ahí, con la intención de verte, para quererte un poquito más, sentirte un segundo en todas mis paredes... Y no dejarte marchar. y no nada de eso pasó. Y me tuve que ir, no sé por cuánta vez y lo acepté, por ahí, no cruzaríamos jamás.

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