Al final,
siempre tuve la razón.
Siempre,
y no lo quisiste admitir.
Disfrazaste mentiras de verdades,
y nunca quisiste decirme la verdad.
Tú realidad era muy distinta a la mía,
y la verdad eso nos jodió la vida.
Sin embargo, a pesar de todo,
espero estés bien, cariño,
y quiero que sepas que
no te guardo rencores.
Espero seas feliz, pero no fingiendo,
como conmigo, o antes de mí...
Espero que esta vez si sea real.
Espero alcances tus metas y tus sueños,
y seas la gran mujer
que una vez te propusiste ser.
Cuidate mucho, mi vida,
por favor... Y tranquila,
yo estaré bien sin ti.
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