Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Soneto

Una vieja que fué de rompe raja. 
Me hizo señas ayer desde su reja, 
contándome de amores cierta queja, 
cuando debia pensar en su mortaja:

Dos negras aceitunas desencaja;
y balando lo mismo que una oveja,
un ingrato, me dice, la corteja
que nunca la requiebra ni agasaja

En su pasión me ruega que la rija 
sonando su nariz porruda y roja,
llena de mas berrugas que una bruja.
con su mantilla luego se cobija,
y un soneto mi musa al punto afloja
De raja, reja, rija, roja y ruja.

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