Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

LA VIDA QUE NO TENDRÉ

La vida que no tendré,
inicia con un café,
levantándonos a las diez,
encendiendo la TV,
mirándonos yo y vos,
y riéndonos también.

La vida que no tendré,
somos yo y vos a las tres,
sentados bajo un ciprés,
juntándonos pie con pie,
mirando el atardecer.

La vida que no tendré,
ahora ya son las seis,
yo ordeno la pieza,
vos preparás té,
charlamos un rato,
merendamos pancakes.

La vida que no tendré,
las doce vuelven a ser,
vos y yo ambos tapados,
bajo las sábanas guardados,
ya soñando con las diez.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario