Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

LA FE QUE MUEVE MONTAÑAS

En el Sermón del Monte, Jesús nos enseñó que la fe es un poder extraordinario: "En verdad os digo que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible". Mateo 17:20.

La Fe: Un Grano de Mostaza

"Si tuviereis fe como un grano de mostaza": Jesús compara la fe con un grano de mostaza, la semilla más pequeña que se conoce. Su mensaje es claro: la fe, por pequeña que parezca, tiene un poder inmenso.

"Diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará": Jesús utiliza una imagen poderosa para ilustrar el poder de la fe. Un monte representa un obstáculo aparentemente insuperable. Sin embargo, con fe, podemos mover montañas, es decir, superar cualquier obstáculo.

"Y nada os será imposible": Esta es la promesa de Jesús: con fe, nada es imposible. La fe nos da la capacidad de hacer lo que, por nosotros mismos, no podríamos hacer.

La Fe: Un Don de Dios

Un Don para Recibir: La fe no es algo que se pueda obtener por esfuerzo humano. Es un don de Dios que recibimos por gracia. Debemos pedirle a Dios que nos dé fe, y Él la concederá.

Un Don para Crecer: La fe es como una semilla que necesita ser nutrida y cultivada. Debemos alimentar nuestra fe con la Palabra de Dios, la oración y la comunión con otros creyentes.

Un Don para Compartir: La fe es contagiosa. Cuando compartimos nuestra fe con otros, podemos inspirarlos a tener fe también.

Reflexión Personal

¿Estamos cultivando nuestra fe? ¿Estamos confiando en el poder de Dios para superar los obstáculos en nuestra vida? ¿Estamos compartiendo nuestra fe con otros?

Oración

Señor, te pido que me des más fe. Quiero creer en tu poder para mover montañas en mi vida. Quiero confiar en ti para superar cualquier obstáculo. Ayúdame a crecer en mi fe, y a compartirla con otros. Amén.

LA PRIMERA VEZ QUE VÍ SUS OJOS.

La primera vez que ví sus ojos. No me refiero a sus ojos o su color, si no a su manera de mirar, se tatuó en cada espacio de mi aire, en el silencio y murmullo de mi boca. Con ansias aguardaba y aún lo hago cada una de sus letras. Le soñe un día de agosto de hace dos años. Latente en mi las palabras de su mirar, el calor de sus dedos bajando desde mi cuello a mi cintura, el aroma de su risa, la tibieza de su alma. Cierro los ojos y navegó entre sus manos y mirar, entre sus huellas como el sol derrite la nieve, la vuelve tierra y agua en las rosas. Me inquieto con esos nervios bonitos como el que llevo del roce de su boca y la mía. Es que lo quiero todo junto a su latir; tardes de risas, miradas confidentes, ver sus ojitos y fundirme en ellos, besar cada espacio de su piel y alma, recorrer sus placeres y jadeas con ternura, ser hogar y compañía. Dejo caer la tela de las estrellas. Me sumerjo entre el agua, el cantar de los grillos, el silencio de la noche. Estoy a la orilla de un lago cerca de la mirada de la luna, pienso en que le gustaría como se ven las estrellas, tanto que lo haría sonreír, o el agua tibia que corre sin prisa, la tierra blanda, el verde claro a la luz de la luna. Cierro mis ojos, su aroma se ata mi lengua, a mis anhelos y suspiros, a mi ternura y latir. Cierro los ojos y sueño con rubor de tomar su nombre como el agua se funde en la orilla del musgo. Sus brazos me toman a su pecho, su aliento me da vida, el latir marítimo de sus ansias susurran a mi oído, su cadera junto a la mía, sus piernas como un nido en las mías, muerde mis sielncios y palabras. Jadeo y respiro su aire. Todo lo que siento por él se traduce en sus labios cuando sonríe.

¿PARA QUÉ LE HA SERVIDO A USTED LA LITERATURA?

Podría dar una respuesta aparentemente poética: "Para no morirme". Pero es falso: yo seguiría vivo y probablemente con mejor salud si no hubiera optado por la literatura. A mí la literatura me ha servido básicamente para leer. En el momento en que decido que voy a ser escritor, me pongo a leer. Y gracias a la literatura he podido leer libros maravillosos, increíbles, como encontrar tesoros. Y en mi vida, que ha sido más bien nómade y de una pobreza extrema en ocasiones, leer ha contrapesado esa pobreza y ha sido mi soberanía y ha sido mi elegancia. Podía estar en cualquier situación y si leia a Horacio, por ejemplo, el dandy, el que estaba viviendo por encima de sus posibilidades era yo, siempre. La literatura me ha producido riqueza.Es riqueza

Roberto Bolaño. Entrevista con Marta Teresa Cárdenas y Erwin Díaz.

LAS BIBLIOTECAS CASERAS

Es una tontería pensar que tienes que leer todos los libros que compras, ya que es una tontería criticar a aquellos que compran más libros de lo que nunca podrán leer. Sería como decir que debes usar todos los cubiertos o gafas o destornilladores o taladros que compraste antes de comprar nuevos.

Hay cosas en la vida que siempre necesitamos tener un montón de suministros, incluso si solo usaremos una pequeña porción. Si, por ejemplo, consideramos los libros como medicina, entendemos que es bueno tener muchos en casa y no unos pocos: cuando quieres sentirte mejor, entonces vas al 'armario de medicina' y eliges un libro. No uno al azar, sino el libro correcto para ese momento. ¡Es por eso que siempre debes tener una opción nutricional!

Aquellos que compran sólo un libro, lean sólo ese y luego se deshacen de él. Simplemente aplican la mentalidad de consumidor a los libros, es decir, los consideran un producto de consumo, un bien. Los que aman los libros saben que un libro es cualquier cosa menos una mercancía.

MIS PÁGINAS DEL PASADO

A menudo, me sumerjo en las páginas del pasado, explorando mis citas y recuerdos, y experimento una leve punzada de dolor, un destello de melancolía que me envuelve. En el abrazo de mi cama, contemplo la noche reflejada en mis ojos, y me encuentro encogiéndome ante la introspección silenciosa. Surge la pregunta persistente: ¿Es esta existencia verdaderamente vida, o simplemente un viaje de expiación que me lleva a reflexionar en los susurros de la noche?

AMAR...

El amor es una escalera invisible que nos lleva, peldaño a peldaño, hacia lo más profundo de nuestra existencia, ese lugar donde se encuentran las respuestas que no sabemos que buscamos. En cada paso, se despojan las capas de nuestra alma, como si el amor fuera un bisturí divino que nos corta las heridas más ocultas, las que no sabíamos que existían hasta que el otro nos las mostró con su luz.

El primer nivel del amor es el cuerpo, el deseo carnal que nos empuja, como animales conscientes, a buscar la unión física. No es menos digno, pero sí es el umbral de algo mucho más grande. Quisiera, en este momento, poder detenerme allí, en esa piel que invita, que calienta, que nos hace sentir vivos en la más pura de las intensidades. Sin embargo, mi alma me arrastra hacia otro espacio.

El segundo nivel, el corazón, nos invita a amar más allá de la carne, a sentir que el otro se ha incrustado en nuestro pecho, como un latido ajeno que ha encontrado su eco en nuestra propia vida. Amar desde el corazón es comprender que no estamos solos, que el amor no es una flecha disparada al azar, sino una vibración compartida. Es en este nivel donde mi corazón te reconoce, donde el eco de tu ser se encuentra con el mío en un susurro que solo nosotros entendemos.

Pero el tercer nivel… Ah, el tercer nivel es el más difícil. Es la mente. Amar desde la mente es mirar al otro no solo con deseo ni con el corazón desbordado, sino con la conciencia despierta. Es ver su luz y su sombra, abrazar su complejidad, su imperfección, sus dudas, como si fueran nuestras propias dudas. Es en este lugar donde me descubro en ti, donde veo que lo que te hace único también me pertenece. Aquí ya no hay juicio, solo comprensión, una comprensión que transforma.

El cuarto nivel es el espíritu, un nivel que pocos alcanzan, donde el amor se convierte en un acto de sanación. Amar desde el espíritu es entregarse por completo al otro, no para poseerlo, sino para liberarlo, para sanar juntos en ese viaje misterioso que llamamos vida. Este amor ya no es un intercambio, es un sacrificio sagrado. Aquí, siento que mi amor por ti no es mío, es del universo mismo, que fluye a través de mí hacia ti, y a través de ti hacia lo divino.

Finalmente, el amor total, el quinto nivel, es el amor cósmico, un amor que trasciende todo lo que creíamos saber sobre el amor. En este espacio, no hay tú ni yo, no hay un "nosotros". Hay una fusión en la que ambos somos parte de la misma energía, de la misma danza cósmica. Es aquí donde descubro que siempre has estado en mí, como una chispa dormida, esperando a que nuestros caminos se cruzaran.

Así, mi declaración no es más que el eco de una verdad que siempre ha estado aquí: en cada uno de estos niveles te he amado y te amo, no solo como persona, sino como parte de esta sinfonía divina que nos llama a ser, a trascender, a ser uno con el todo. Porque, al final, amar es recordar quiénes somos y hacia dónde vamos, juntos, en esta danza eterna.

LA POESÍA

La poesía no es solo una forma de arte literaria; es una celebración de la palabra, un juego de ritmos y sonidos que trasciende el lenguaje común. La belleza de la poesía radica en su capacidad para evocar emociones profundas, pintar imágenes vívidas en la mente del lector y capturar la esencia de lo inefable. Cada poema, con sus versos medidos y su métrica sutil, se convierte en una ventana a las verdades más íntimas del alma humana.

Uno de los aspectos más fascinantes de la poesía es su versatilidad. Puede ser brevísima, como un haiku, concentrando un universo de significado en apenas unas sílabas, o puede ser extensa y narrativa, llevando al lector a través de epopeyas y cuentos mitológicos. Esta elasticidad permite a los poetas jugar con las palabras de maneras que otros géneros literarios no pueden. La aliteración, la metáfora, la rima y la asonancia son herramientas con las que los poetas esculpen sus obras, creando una música del lenguaje que resuena en el corazón del lector.

La poesía es también una forma de resistencia y de cambio. A lo largo de la historia, los poetas han usado sus versos para cuestionar el statu quo, denunciar injusticias y dar voz a lo indecible. Pensemos en los poemas de amor y desesperanza de Pablo Neruda, que no solo capturan la intensidad de las emociones humanas, sino que también reflejan las luchas políticas de su tiempo. O en las poesías de Sor Juana Inés de la Cruz, que desafió las normas de su época con su ingenio y erudición.

La belleza de la poesía también reside en su capacidad para conectar a las personas. Un poema tiene el poder de transportarnos a diferentes culturas y épocas, permitiéndonos experimentar la universalidad de las emociones humanas. Un soneto de Shakespeare puede resonar tanto con un lector moderno como lo hizo con los contemporáneos del bardo. Esta capacidad de trascender el tiempo y el espacio es uno de los rasgos distintivos más valiosos de la poesía.

La poesía es una celebración de la belleza del lenguaje y una herramienta poderosa para la expresión humana. Su capacidad para evocar emociones, desafiar normas y conectar a las personas hace de la poesía una forma de arte eterna y universal. La belleza de la poesía no reside solo en las palabras mismas, sino en lo que esas palabras son capaces de hacer sentir y pensar al lector, abriendo puertas a nuevos mundos y perspectivas.

SOBRE EL AMOR

Cuando el amor te llame, síguelo;
aunque sus caminos sean arduos y penosos.
Y cuando sus alas te envuelvan, entrégate a él;
aunque la espada escondida bajo su plumaje pueda herirte. 

Cuando el amor te hable, cree ciegamente en él;
aunque su voz derribe tus sueños
como el viento destroza los jardines.
Porque si el amor te hace crecer y florecer,
él mismo te podará. 

Y nunca te creas capacitado para dirigir el curso del amor,
porque el amor si te considera digno de sí,
dirigirá tu curso por los caminos de la vida.
Esto hará el amor en ti
para que conozcas los secretos del corazón. 

El amor no da más que de sí mismo
y no toma más que de sí mismo.
El amor no posee nada
y no quiere que nadie lo posea,
porque el amor, se sacia en el amor.

EL CORAZÓN NO SE EQUIVOCA

El corazón no se equivoca, debemos escucharlo, escuchar el latido que aún nos queda y aferrarnos a ello, cambiar lo que debamos, buscarnos hasta encontrarnos y no perdernos sin intentarlo. La vida es un juego ciclotimico de colores oscuros y vibrantes, nadie nos aseguró que la vida doleria tanto, pero tampoco nadie nos habla sobre lo que nos duele en el presente, porque intentarlo es enfrentar al miedo y el miedo, miedo no conoce. Animarnos a volar, aunque las alas estén rotas, da igual, a esta altura las personas rotas continuamos igual, porque de eso se trata, de continuar y no retroceder, no mirar atras y simplemente volar una vez más porque el cielo, es aún más grande que el mar.

UN ESCRITOR SIN GATO ES COMO UN CIEGO SIN LAZARILLO

El carácter solitario e individualista de los felinos hace que lo escritores se sientan identificados con ellos. Podríamos definir la relación entre ambos como una alianza entre seres completamente libres.

Borges se confesaba anarquista, independiente y solitario, sin horarios que pudieran condicionar su creatividad. "Hace lo que quiere, como yo", dijo el escritor sobre su fiel gato Beppo.

Los felinos son políticamente incorrectos, seres de nadie, amantes de la noche, bohemios e independientes… La mezcla perfecta para muchos de los escritores que marcaron un antes y un después en el mundo de la literatura. Algunos de ellos lograron crear lazos imperceptibles para el resto de mortales, simplificando su magia en uno.

Charles Bukowski escribía sobre los gatos: "caminan con una dignidad sorprendente, pueden dormir 20 horas al día sin duda y sin remordimientos, estas criaturas son profesores".

Alexandre Dumas tuvo dos gatos, Mysouff I y Mysouff II, siendo este último el favorito del escritor, pese a que se comiera en una ocasión todos los pájaros exóticos de Dumas.

Charles Dickens tuvo una gata llamada William a la que rebautizó con el nombre de Williamina, debido al parto que meses más tarde tendría el felino en el estudio de Dickens.

Edgar Allan Poe tuvo una gata llamada Catarina, frecuentemente, se acostaba sobre su hombro mientras él escribía. La gata le inspiró la obra The Black Cat.

El cariño de Ernest Hemingway por los felinos es tan conocido que la periodista estadounidense Carlene Fredericka Brennen decidió escribir el libro Los gatos de Hemingway, en el que narra su relación con estos animales.

Julio Cortázar llamó a su gato T.W. Adorno, por el filósofo y sociólogo alemán. El escritor menciona a los gatos en varias de sus obras, entre ellas Rayuela y El último Round.

El gato de Hermann Hesse era muy inquieto, el escritor pasaba sus ratos libres corriendo tras él por su casa.

Cuentan que el gato de Jean-Paul Sartre, un esponjoso animal blanco, se llamaba Nada, un nombre que se ajustaba perfectamente al existencialismo de su dueño.

Patricia Highsmith vivía feliz con sus gatos; con ellos lograba tener una cercanía que no soportaba tener a largo plazo con las personas. Ella necesitaba los gatos como balance psicológico.

Estos felinos han sido inspiración, soledad y compañía en sus vidas.
Amigos fieles en la oscuridad; almas libres que unidas crearon magia.

LA VIDA SIN AMOR

La inteligencia sin amor, te hace perverso.
La justicia sin amor te hace implacable.
La diplomacia sin amor te hace hipócrita.
El éxito sin amor te hace arrogante.
La riqueza sin amor te hace avaro.
La docilidad sin amor te hace servil.
La pobreza sin amor te hace orgulloso.
La belleza sin amor te hace ridículo.
La verdad sin amor te hace hiriente.
La autoridad sin amor te hace tirano.
El trabajo sin amor te hace esclavo.
La sencillez sin amor te hace indiferente.
La ley sin amor te hace dictador.
La política sin amor te hace ególatra.
La fe sin amor te hace fanático.
La convivencia sin amor se vuelve tortura.
Y la vida sin amor no tiene sentido.

EN MIS REZOS VALOR

En mis rezos pido valor ahora que soy viejo para saludar el frio y la enfermedad.

En mis rezos pido valor en la noche para llevar la carga у aligerarla

En mis rezos pido valor para el momento en que llegue el sufrimiento y empiece su escalada

En mis rezos pido valor al final para ver llegar la muerte como una amiga.